
Siéntate en posición de meditación en una silla o en un cojín con la espalda recta pero relajada.
Cierra los ojos, has un par de inhalaciones y exhalaciones.
Mentalmente repite: Me amo, me escucho.
Reflexiona ¿Cuándo fue la última vez que te dijiste estas palabras a ti misma? ¿cuándo fue la última vez que te tomaste el tiempo para decirte algo que le dices a otras personas?
Mentalmente repite: Me amo, me escucho.
Date cuenta qué sucede en tu cuerpo cada vez que repites esta frase, no intentes cambiar nada, solamente siéntelo.
Mentalmente repite: Me amo, me escucho.
Date cuenta que estás abriendo nuevos espacios dentro de tu ser cuando dices estas palabras.
Pon tu mano sobre tu corazón y permítete sentir el ser ilimitado que eres, lo hermosa que eres detrás de tu imagen, percibe tu poder femenino.
Mentalmente repite: Me amo, me escucho.
El decirte estas palabras te permite re-conectarte contigo misma y te alinea contigo misma, con tu luz y tu sombra, con el ser que a veces olvidamos nutrir.
Atrévete.