
A veces la pensamos que cuando somos mamás automáticamente vamos a saber cómo hacer las cosas……… y cuando no sucede así, llegamos a sentirnos muy frustradas y a veces incluso culpables.
En realidad no tenemos por qué saber todo…….. la maternidad es un camino diario y cambiante tooodos los días.
Una de las situaciones que me consultan con mayor frecuencia es “¿cómo poner límites?”…….. Esto es algo que pereciera sencillo y que todas las mamás y papás “deberíamos” de saber hacer pero en realidad NO es así.
Yo aún recuerdo cuando mi hijo tenía 2 años y hacía berrinche por tooodo…… me costaba muchísimo trabajo poner límites y decirle que NO a algo, por que eso implicaba un berrinche más, y les soy sincera, cuando tu hijo ya te hizo cuatro berrinches y apenas son las 9 am…….créeme lo que MENOS quieres es poner un límite para que vuelva a hacer otro.
Así que comencé a procrastinar… sí, cuando mi hij@ hacía algo incorrecto y yo debía poner un límite, no lo hacía, cuando procrastinamos y no hacemos lo que se tiene que hacer, generalmente se debe a una falta de voluntad, que tiene su raíz en la asociación de la acción que tengo que realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad que me va a producir hacerlo.
Todo esto tiene mucho que ver con el miedo, a veces como mamás sentimos miedo cuando nuestros hij@s no nos obedecen, es un miedo inconsciente, y cuando sentimos ese miedo, muchas veces los sometemos, o nos desesperamos y les gritamos o los agredimos físicamente.
Y esa situación nos hace no ponernos a cargo y poner límites. Para poder cambiar esta situación es muy importante que comprendamos que tooodos los niñ@s van a hacer berrinche o a enojarse cuando les ponemos un límite, pero eso no debe ser razón suficiente para que no hagamos lo que tenemos que hacer como papás.
Empieza con un límite a la vez, uno por semana, hasta que puedas sostener cuando tu hij@ se enoja, intenta distraerte haciendo otra cosa mientras hace su berrinche, así será más fácil sostenerlo. Y recuerda, tooodo pasa, lo importante es mantenernos firmes y hacer lo que nos corresponde como papás.